4. Saborear agradables ofertas gastronómicas. Numerosas cafeterías, parrilladas, restaurantes buffet y otros especializados en cocina cubana, caribeña, mexicana, italiana, mediterránea, marinera, gourmet e internacional para satisfacer los más disímiles apetitos.
5. Trasnochar a lo cubano. Ya sea en el piano bar, la discoteca, el fun pub o el bar de la alberca, con los mejores ritmos nacionales y los éxitos del momento.
6. Deleitarse en playas prácticamente vírgenes. Más de 10 kilómetros de arena blanca y fina, aguas cálidas y poco profundas, aves marinas que revolotean bajo un sol radiante… ¡la combinación idónea para el relax!
7. Descubrir increíbles paisajes submarinos. La barrera coralina del archipiélago Jardines del Rey, donde se inserta Cayo Santa María, es la segunda más grande del mundo, sólo superada por la Gran Barrera Australiana. Sus 24 sitios de inmersión resultan ideales para el buceo contemplativo y la fotografía subacuática.
8. Visitar los pueblos turísticos La Estrella y Las Dunas. Para ampliar las opciones de entretenimiento y servicios de los hoteles, estos dos poblados concentran restaurantes a la carta, bares, heladería, spa, gimnasio, tiendas, plaza de artesanías, salas de juegos, banco… y además, un increíble delfinario.
9. Disfrutar las opciones de la Marina de Cayo Las Brujas. Diversas modalidades de pesca, paseos en catamarán y excursiones en yate hasta el buque San Pascual, varado hace más de un siglo en
las proximidades, se encuentran entre las ofertas náuticas del destino. También es posible explorar cayos cercanos: Francés, Cobos, Majá, Fragoso, Las Picúas y Español de Adentro, entre otros.
10. Realizar excursiones a otros destinos. No hay que circunscribirse sólo a los cayos, pues se pueden coordinar desplazamientos por vía aérea o terrestre a La Habana, Trinidad, Remedios, Santa Clara, Topes de Collantes y otros puntos de la “isla grande”.
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