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La capital del estado de Paraná en Brasil cuenta con 144 km de carriles para bicis. Sus habitantes han logrado un estilo de vida que integra la salud, el trabajo, el transporte y la recreación. Una de sus principales atracciones es su inmenso sistema de parques y sus programas en torno al medio ambiente.
Curitiba es la capital del estado de Paraná, estado inmediatamente al sur de São Paulo. Se encuentra a 934 metros de altituid y aproximadamente a 110 kilómetros de la playas del estado. Es la octava ciudad más grande del país y la mayor del la región sur con una población de 1.8 millones de habitantes oficialmente fundada el 29 de marzo de 1693.
Quizás en parte por ser una ciudad relativamente joven, se ha convertido en los años noventa en un prototipo de ciudad ecológica a nivel mundial. Gracias a la implantación de un plan de desarrollo urbano creado hace 30 años por el alcalde y arquitecto Jaime Lerner, se transformó en una ciudad con una calidad de vida soñada por los habitantes de grandes metrópolis. Hoy, Curitiba es una atracción turística mundial. Su excelente infraestructura está preparada para vivir una ciudad amigable gracias a sus factores ecoló- gicos y sustentables.
La clave del modelo de Curitiba es su elaborado sistema de transporte público, columna vertebral del funcionamiento de la ciudad. Este sistema se basa en el carril para autobuses con semáforos sincronizados y paradas tubo en la que se dispone anticipadamente de una tarjeta. La segunda característica de Curitiba es su inmenso sistema de parques, los cuales tienen la función de servir como pulmones y como drenaje en todo el territorio. Curitiba es la cuidad que tiene uno de los mejores indices de áreas verdes en el país con 63 metros cuadrados por habitante. En el invierno de 1972, un grupo de ciudadanos, de manera organizada, destruyeron el asfalto de la calle principal, para convertirlo el la primera calle peatonal.
Los 144 kilómetros de carriles para las bicicletas y sus extensas áreas verdes hacen más agradable el día a día del Curitibano y del visitante. El bike-night empezó con un grupo de amigos, actualmente son centenares. El estilo de vida que han logrado los habitantes es la integración de funciones: habitar, circular, trabajar, recrearse, integrarse y crear nuevo tejido social. El uso de suelo, la circulación viaria y el transporte colectivo pasaron a ser pensados juntos, esto fue fundamental para la revolución del transporte público.
Curitiba es un ejemplo mundial de resolución de problemas que todas las ciudades enfrentan. El conjunto más importante y emblemático, es la Universidad Libre del Medio Ambiente, inaugurada en 1992, una estructura helicoidal de madera reciclada, situada en el magnífico bosque de Zaninelli.
En Curitiba la basura es un recurso y desde 1987 hay un sistema de conciencia cultural. Tienen un programa “BASURA QUE NO ES BASURA” que consiste en separar la basura reciclable de la biodegradable. Es una ciudad pionera en el desarrollo urbano sostenible. Desde hace cuatro decádas su indice de criminalidad ha bajado, los ciudadanos gozan de un mejor nivel de vida y han frenado el avance de la contaminación. Las claves de este ecodesarrollo urbano radican fundamentalmente en la voluntad política municipal, que se ha mantenido invariable en abordar la problemática urbanística de una forma coherente y radical.
Esta conciencia colectiva cultural ha permitido que la capital del estado de Paraná además de ser la más rica en el sur del país sea conocida como la ciudad modelo, la ciudad de la sonrisa o la ciudad verde de la biodiversidad. Suena bien, ¿no les parece?… un esfuerzo que ha rendido muchos frutos.
Otra sorpresa que encontrarás en la ciudad es el museo de Oscar Niemeyer, el arquitecto más emblemático y productivo de Brasil. Sus obras son reconocidas en todo el mundo, fué el responsable de diseñar y construir Brasilia, la nueva capital de Brasil. Esta figura monumental construyó la estructura para éste museo a los 95 años y la alberga esta ciudad. Los curitibanos lo llaman “Museo de Ojo” y fue inaugurado en noviembre de 2002. Es uno de los mayores museos de América Latina, con una área de 35 mil m2 construídos, de los cuales 18 mil se destinan a salas expositivas. El Museo está localizado en el Centro Cívico de Curitiba, su entorno es el bellísimo Bosque del Papa. Está compueto por 2 edificios indepen- dientes, separados en el tiempo por un lapso de décadas. El edificio original tiene formas simples, líneas rectas.
En el 2001 vino la transformación de éste en espacio museístico. A partir de ésta fecha se dió inicio a la construción del nuevo edificio llamado “Ojo” ( símbolo de la Araucaria característica del Estado de Párana. Esta realizado en concreto y vidrio. El árbol proyectado por Niemeyer alcanza una altura de 30 metros. Sin duda, si te encuentras en el país, vale la pena visitarlo.
Curitiba reúne estos y otros muchos motivos para merecer una visita: mezclas étnicas que van más allá de los estereotipos, las tradiciones y costumbres, los parques, las plazas, memoriales además de un gastronomía que te sorprenderá.
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