A 5,200 metros sobre el nivel del mar, se encuentra una cima, que para muchos, es de los mejores miradores de México: la cima del Iztaccíhuatl. Febrero y marzo son meses muy recomendables para escalarla.

Por un lado, la vista más iluminada, la de la ciudad de México, y por el otro, la ciudad de Puebla. El Iztaccíhuatl, o la mujer dormida, como le dice la mayoría, es un volcán extinto y es la tercera montaña más alta del país, sólo superada por el Pico de Orizaba y el Popocatépetl. Su nombre (mujer- blanca en náhuatl) surge del perfil que se puede apreciar desde el valle de México en muchas épocas del año, especialmente en invierno, que asimila a una mujer acostada cubierta de blanco.

El Iztaccíhuatl es ideal para hacer caminatas de alta montaña ya que cuenta con varias rutas para todo tipo de niveles, desde principiantes hasta muy experimentados. Algunas llevan a diferentes alturas y otras son para llegar a la cima. Los paisajes son increíbles y mientras vas subiendo la vegetación y los escenarios van cambiando, desde caminar entre pastos largos y flores hasta escalar rocas y caminar en la nieve.

Para llegar a la cima es importante registrarse en las oficinas del Parque ir acompañado de un guía. También es necesario llevar crampones, piolet y cuerda para poder atravesar los glaciares de “la panza y el pecho”. A la mitad del ascenso hay un albergue alpino, el cual se puede utilizar para pernoctar en caso de algún imprevisto climatológico o simplemente para descansar y poder llegar a la cima el día siguiente. Los mejores meses para visitar este lugar son de noviembre a marzo. También se puede practicar bicicleta de alta montaña, montar a caballo y acampar.

En “la panza de la mujer dormida” está el glaciar más asombroso: el de Ayoloco, donde podrás presenciar uno de los atardeceres más impresionantes de tu vida. Un recuerdo que no podrás plasmar en ninguna fotografía.

Si te interesa subir el Iztaccíhuatl, arma un grupo de 6 personas y escríbenos, travel@walkingmexico.com.