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Llegó de Monterrey a Chiapas y encontró su sitio en medio de la naturaleza, la selva y la calidez del sur del país. Cambió el ritmo regio por ideas sustentables y se convirtió en un defensor de la naturaleza, su hábitat.
La historia de Mauricio Martínez Miramontes es totalmente opuesta a la mayoría de las que conocemos, pues este aventurero, guía y amante de la naturaleza dejó atrás el urbanismo de Monterrey para dedicarse a su pasión: el cuidado del medio ambiente, la naturaleza y la ecología.
El estado de Chiapas fue el territorio que le dio alojamiento y su vasta biodiversidad, se convirtió en su fuente de trabajo. Una vez en el sur, comenzó el trabajo con La Mano del Mono, una organización que se encarga de crear conciencia en la gente a través de la educación ambiental. “Trabajamos siempre con conciencia sustentable”, afirma Mau, que también reflexiona sobre la grave situación que acecha a los ecosistemas en México y el mundo. “Nos hemos acabado 50% de los bosques en México”, asegura.
¿Por qué cambiar Monterrey por Chiapas?
Porque lo que tengo aquí es incompa- rable, a lo que me quería dedicar no lo podía hacer en Monterrey. Aquí en Chiapas lo que tengo no tiene precio; conozco gente de España, de Italia… aparte nunca dejas de conocer a la naturaleza, que es increíble.
¿Encontraste tu sitio aquí en Chiapas?
Sí, definitivamente sí. Aquí hago lo que me apasiona.
Llevas ya mucho tiempo en esto de los recorridos en medio de lugares naturales espectaculares ¿Cuál es la experiencia que más recuerdas?
Tanto así como experiencia no es, pero recuerdo una ocasión que íbamos con un grupo de turistas extranjeros y entre ellos venía una señora española, que por la prisa y la hora iba apurando a sus acompañantes. Les decía: “vámonos, apúrense que ya perdimos mucho tiempo y vamos a perder el vuelo y es dinero perdido”. Entonces, una señora de una comunidad por la que pasamos en ese recorrido, se encontraba moliendo semilla y dijo: “aaaay, estas gentes; no saben que el tiempo es familia, es la na- turaleza…”. Y tiene razón, porque el tiempo es arte, es vivir, disfrutar. La frase de esta señora me dejó esa sensación porque ella tiene una visión diferente de las cosas.
¿Estás satisfecho con el trabajo hecho hasta ahora?
Pues satisfecho yo creo que no, porque día con día van creciendo los retos y nunca logramos cumplirlos, por eso la mayor satisfacción que tengo es trabajar para aportar a la naturaleza un poco de lo que nos da.
¿Qué viene para Mauricio Miramontes?
Pues espero seguir con esa relación a través de la que- remos concientizar a las personas acerca del desplazamiento de las comunidades, todo siempre con conciencia sustentable.
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