Hasta hoy, el trabajo realizado ¿qué sensación le deja?
Pues mira, satisfecha satisfecha no estoy, porque avanza uno en la contra, con pocos apoyos, porque no he conseguido cosas; todavía tengo objetivos que cumplir. Yo necesito que todos los bosques de la Sierra Gorda tengan un valor económico para los dueños del capital natural, esto quiere decir que cada pedacito de bosque tenga pago por compensaciones de carbono, por servicios hidrológicos, por biodioversidad. Apenas voy en 40,000 hectáreas, entonces me falta muchísimo.
¿Su esposo y sus hijos la apoyan?
Totalmente. Ellos colaboran en la organización, son socios estratégicos del proyecto Sierra Gorda. Mi esposo está encargado del programa de compra y venta de tierras, pago de compensaciones de carbono y pago de servicios hidrológicos. Tenemos 40 mil hectáreas con estos pagos. El 97% de la Sierra Gorda son terrenos privados. Toda la Sierra Gorda tiene dueño, no es como un parque gringo donde toda la tierra es propiedad de la nación. Ahí hacer conservación es una tarea de fin de semana. Aquí nada más imaginen que existen en la sierra 684 comunidades. Mi esposo conoce el nombre del dueño de cada uno de los predios. Uno de mis hijos, Roberto, es fotógrafo de naturaleza y conoce perfectamente la sierra, y mi otro hijo, Mario, se dedica a la conservación de los suelos.
¿Qué viene para el futuro de Martha “Pati” Ruiz Corso?
Viene la Sierra Gorda como un destino de clase mundial, lo afirmo. Viene un pago de compensaciones para los dueños de los bosques por los servicios que nos prestan para toda la reserva o, es más, para todo el sur del estado; los bosques del sur del estado que ya están fuera del territorio, ahí viene, y ahí vamos cons- truyéndolo. Querétaro es el primer estado en el país que tiene un mecanismo de compensaciones de carbono. Eso tal vez no le diga mucho al público, pero el protocolo de Kyoto es un laberinto, y esto es la salida de Kyoto, tener esas reglas, adaptadas a los contextos locales, con reglas facilitadas que se apeguen a la realidad mexicana y que la gente, los dueños de los bosques, estén recibiendo estos pagos. Yo veo un territorio que ha recuperado áreas forestales, ahorita hemos recuperado alrededor de 17,000 hectáreas de bosque nuevo, lo que se ha conseguido por la aplicación de la normatividad “No al cambio de uso del suelo, no a los desmontes”, mucha actividad con los propietarios, mucha vigilancia y mucha presencia.
Platíquenos un poco de la compensación por emisiones de carbono
Uno puede capturar tres veces más bióxido de carbono regenerando suelos degradados, es decir, desarrollando humus y raíces en suelos que plantando árboles. Esto lo aprendí 25 años después. Hemos plantado 6 millones de árboles. Pero ahora regenerar suelos es mi estrategia a nivel nacional, ya que quiero poner millones de hectáreas a funcionar. Hay técnicas que son punta de lanza, como en Australia. Ellos tienen mucha experiencia porque han visto cómo sus suelos se degradan. Ellos tienen herramientas muy innovadoras como la permacultura, la mineralización de los suelos y el manejo holístico ganadero… Todo eso que se va comiendo arriba el ganado se seca abajo y eso es puro bióxido de carbono.
Uno pone y Dios dispone…
Mira, yo por mí tengo otros 30 años para meterle a la Sierra Gorda. Yo personalmente me pienso retirar dentro de 30 años, cuando tenga yo 92; ese día me voy a regresar pa’ mi casa. Así que hoy, a mis 62 años, tengo otros 30 para, con todo mi amor y dedicación, trabajar para custodiar este territorio.
Comments are closed here.