La cerámica vidriada de influencia árabe es uno de los patrimonios artesanales más hermosos de Puebla.

Por: José Miguel Almeyda.

Declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, Puebla o la también llamada “Ciudad de los Ángeles”, nos muestra su riqueza cultural a través de sus impresionantes edificios de estilo colonial, museos de vanguardia, gastronomía, así como en sus productos artesanales como la talavera. Conocida originalmente como loza blanca y azulejo de Puebla, la talavera es un trabajo de cerámica vidriada con óxido de zinc, y cuyo origen se remonta más allá de la época colonial. Éste tipo de cerámica, que ahora conocemos como Talavera de la Reina, se comenzó a diseñar por la influencia árabe existente en la provincia española de Toledo. Aquí fue donde los alfareros árabes se establecieron e implantaron las técnicas que más tarde serían heredadas a México.

Belleza en todo su esplendor
El arte de productos de talavera, desconocido para los antiguos mexicanos, pasó de España a México en el siglo XVI. Ya para el siglo XVII, Puebla producía talavera de alta calidad, debido a que en esos años se había publicado una reglamentación de dicho oficio, donde se estipulaban los procedimientos para fabricar y controlar la calidad de los productos. Desde entonces, todo lo hecho con dicha técnica se ha convertido en un sello distintivo de esta bella ciudad, pues es además un importante material empleado para embellecer las construcciones. Los templos y conventos son claros ejemplos donde los azulejos de esta cerámica vidriada, visten de gala a estas reliquias arquitectónicas.

De igual forma, la talavera embellece las fachadas e interiores de las casas, mostrando la excentricidad de sus dueños. También es común encontrar talavera en artesanías y piezas de decoración como lámparas, floreros, fruteros, jarrones y, por supuesto, vajillas completas.

Carácter distintivo
La fabricación de talavera ha variado muy poco en su procedimiento desde su introducción a Puebla, y a pesar de que ha tenido modificaciones mínimas en la manufactura, conserva su carácter original; especialmente en la parte mecánica, que
es desarrollada mediante un proceso donde la terracota es tomada como base de toda la pieza de cerámica, misma que es horneada varias veces a temperaturas altas, para finalmente ser pintadas con esmaltes hechos con diversos minerales.

Es exactamente en el decorado, donde este singular arte ha sufrido modificaciones, ya que también se ha vestido de otros colores como el verde, naranja y amarillo, además del tradicional color azul sobre fondo blanco.

Denominación de origen
Otra peculiaridad de la talavera, es que cada pieza es fabricada individualmente, por lo que no existen dos iguales a pesar de haber sido hechas por las mismas manos, por lo que una pieza puede llegar a costar más de 10 mil pesos. Cuando compramos una pieza de talavera en Puebla, podemos comprobar su legitimidad por medio de un holograma en el que aparece el logo de alguno de los talleres que cuentan con la denominación de origen DO4 que establece la Norma Oficial Mexicana, y que valida la autenticidad y calidad de la pieza. Si es así, puedes estar seguro de que tienes en tus manos una pieza cien por ciento original, reflejo de gestos milenarios de los hombres que crearon esta forma extraordinaria de expresión.

Una cocina muy especial
Para conocer la talavera en su uso más tradicional, visita la Cocina del Ex Convento de Santa Rosa. Se trata de un interesante museo que posee la cocina más bella del estado, pues fue allí donde se elaboró por primera ocasión el mole poblano por parte de Sor Andrea de la Asunción. Este lugar fue construido en el siglo XVII como beaterio de dominicas.
Según cuenta la historia, Sor Andrea encontró inspiración después de ir a misa cuando escuchó una voz que le instruyó utilizar chile mulato, pasilla, ancho, chipotle, cebolla, ajo y jitomate, así como almendras, ajonjolí y cacahuate.

Estos ingredientes corresponden a una fusión entre sabores mexicanos y españoles, que logró crear un platillo peculiar que identifica a la gastronomía poblana. Mientras visitas el museo podrás admirar la fina decoración de talavera.

Dirección: Calle 3 Norte No. 1203, Col.
Centro Histórico, 72000 Puebla, Pue.
Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00
horas. Costo: $40.00 entrada general.

Artículo escrito por blog.bestday.com.mx