Desde siglos atrás, los veleros han sido un medio de transporte importantísimo con el que se transporta gente y materias primas de un continente a otro. Han tenido tanta influencia en el mundo que hoy existen grandes competencias en las que profesionales y amateurs participan.
He sido afortunada de participar en competencias de vela nacionales e internacionales, y también de ir a viajes donde veleando he visto lugares increíbles, tenido aventuras inolvidables y aprendido a apreciar aún más los recursos naturales.
La vela es uno de los deportes más entretenidos que conozco; es espectacular y requiere de mucha concentración y conocimiento para poder llevar el barco en su punto. Para que la nave se mantenga estable, se tienen que ir afinando todas las velas con los distintos instrumentos que hay y poner mucha atención a la llegada del viento para evitar un accidente.
Pero estos increíbles barcos también pueden usarse para viajar y llegar a lugares espectaculares a los que otras embarcaciones no pueden debido a las condiciones que llegan a enfrentar durante la navegación, tales como espacios reducidos o poco profundos. Es una manera sustentable de viajar, ya que la mayor parte del tiempo se usa el viento para navegar, se utilizan productos biodegradables para bañarse en el mar y se puede pescar para comer.
Aunque velear no es cosa fácil, una vez que se aprende y se tiene conocimiento de las reglas de navegación, se puede rentar casi cualquier velero para salir a pasear o viajar, pero no necesariamente se necesita ser conocedor de la vela. Muchos barcos se rentan con capitán y tripulación.
Recomiendo altamente usar este tipo de embarcaciones para viajar, a gente que les guste la adrenalina, sea aventurera de corazón y no sufran de mareos.
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