Ubicado a 14 kilómetros de Tulum, el cenote Dos Ojos forma parte de los ríos subterráneos de la península de Yucatán y es ideal para principiantes de buceo en caverna.

El nombre del cenote Dos Ojos proviene del hecho de que se puede apreciar des­de una vista aérea sobre el entorno, la forma de dos ojos de agua perfectamente alineados. Ubicado aproximadamente a 14 km de Tulum, suele recibir la visita de turistas hospedados en varios destinos de la Riviera Maya, ya que muchas em­presas de buceo lo tienen contemplado dentro de sus planes recreativos.

Una recomendación muy importante para tener en cuenta al ir a bucearlo, es procurar salir temprano para evitar encontrar grupos de snorkelers o buzos que hayan afectado la claridad del agua. Si se tiene pensado hacer buceos en más de uno de los cenotes, es una buena opción alojarse en Tulum o en Playa del Carmen para no viajar grandes distancias.

LOS DOS OJOS DEL CARIBE

Para llegar al Cenote Dos Ojos debemos desviarnos de la carretera Cancún-Tu­lum e ingresar por un estrecho camino de terracería, que se abrirá desembocan­do en un descampado estacionamiento en medio de la selva. Aquí será dónde comenzaremos a preparar el equipo para disponernos a bajar por unas amplias escaleras rumbo a la entrada principal del cenote (Primer Ojo). Una vez allí, un espectáculo para la vista se hará notar. Se trata de una entrada que se asemeja a un refugio, con un techo formado de estalactitas, paredes rugosas de piedra caliza y con una fosa de agua cristalina que, conjugada con un fondo de arena blanca, nos invitará a nadar.

Una vez equipados, escucharemos las indicaciones del guía local: casi nunca dejaremos de ver un haz de luz que viene de una abertura cercana; debemos realizar movimientos lentos y bucear por arriba de la línea de guía, para no dañar las formaciones; nadar como una rana y neutral separado del fondo, para evitar que se remueva sedimento; tendremos que agruparnos en 4 para que sea más controlado y evitar perderse.

Comprendidas todas las indicaciones, viene la entrada al agua. En ésta primera inmersión descenderemos de la mejor de las formas controladas y continuaremos el buceo, metiéndonos por pasadizos que se convertirán en enormes espacios donde las estalactitas y estalagmitas reinan junto a una maravillosa sensación de vuelo. El agua dulce será tan clara que nos será imposible no sentir nuevamente que somos un ave en ese sitio majestuoso.

Siguiendo el recorrido, llegaremos a una salida más estrecha (segundo ojo). La experiencia aquí recién estará comenzando y éste sitio será dónde nos pondre­mos a comentar nuestra primera impresión para luego regresar, ésta vez, por otro recorrido que no dejará de cautivarnos, pues en él podremos apreciar un caracol fosilizado en una roca dónde, como parte de ella, lo cobija por azar.

En el segundo buceo nos sentiremos más familiarizados con el entorno y en­contraremos, luego de atravesar una especie de callejón sumergible, “una enorme bóveda”, donde será muy po­sible observar en el techo rugoso, mur­ciélagos colgados. La impresión que tendremos de aquí seguramente será la de sentir que estamos en un sitio so­litario, mágico y fantasmal.

Si nos adentramos más, veremos a un costado, en el techo de la bóveda, una entrada por donde un haz de luz se hace notar. Desde allí, una escalera de forma de caracol baja hasta una plata­forma de madera que, si la subes, te llevará hacia superficie.

Son muchas las personas que asocian bucear en los cenotes con la sensa­ción de claustrofobia por el encierro. La falta de experiencia en el tema mu­chas veces nos hace temer a lo des­conocido y si no tienes el valor para enfrentarte a él, puedes llegar a perder vivencias únicas e increíbles. La mejor manera de bucear por primera vez en un entorno totalmente desconocido, consiste en recibir una orientación del área, de las técnicas y hacerlo en sitios fáciles y acordes a tu nivel práctico, en dónde la magia de ese descubrimien­to te pueda cautivar sin problema. Por ello, “Dos Ojos” es una buena elección para principiantes en Cenotes.

DATOS INTERESANTES

Cenote: pequeño estanque o depósito de agua alimentado por corrientes subterráneas, originado por el hundimiento de una caverna.

Para los mayas, los cenotes eran una parte primordial en su vida: de allí sacaban agua para diferentes usos, entre ellos para el consumo y sus ritos religiosos. También era ahí donde se hacían los sacrificios humanos y se entregaban valiosas ofrendas a los Dioses.

LOS EXPERTOS OPINAN

Desde el momento en que el transporte sale de la carretera y se adentra por un estrecho sendero de arena y palmeras rumbo al cenote, se percibe la aventura en un entorno de historias mayas. Las ansias por llegar a tu primer buceo en cenote sólo te dejan tranquilo cuando terminas de recorrer el lugar.

Tras tus inmersiones quedas alu­cinado. Los minutos perdidos ar­mando el equipo se convierten en una eternidad ante tanta curiosi­dad; pasados estos, llega el es­pectáculo para los ojos: un paisaje increíble, la entrada a un refugio de paz y serenidad.

El miedo te invade al no saber qué hay más allá. Finalmente, la preocupación queda atrás cuando aparecen los pasadizos y las enormes bóvedas de agua transparente con formaciones de estalactitas y estalagmitas, por donde se filtra la luz.

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