Sin duda la mejor cámara es la que está lista para tomar la foto en el momento preciso que la necesitamos. Muchos la cargamos continuamente en el bolsillo del pantalón y nunca se queda guardada por meses en el cajón de la casa.
El teléfono celular y en particular el iPhone, es hoy la cámara más usada en el mundo entero, sobre cualquier modelo profesional de Nikon o Canon. La portabilidad, facilidad de uso y avances en la calidad de las imágenes móviles han logrado replicar el aplastante éxito del iPod y su formato mp3 sobre la pureza del audio del CD.
No solamente predomina la ubicuidad de tomar fotos en cualquier momento, sino que la conexión a internet hace que las fotos se propaguen de manera nunca antes vista. Donde más fotos por segundo se comparten es en Instagram, comunidad con más de 200 millones de usuarios activos y cuyo uso alcanza casi a Twitter. Comprada hace dos años por Facebook en 1,000 millones de dólares, esta aplicación abre una vasta ventana en la pantalla de pocos centímetros en el celular al mundo entero. Subir fotos es adictivo, ya que la red social permite retroalimentación instantánea y genera conexiones con personas en todo el mundo.
La revolución de fotografía móvil se basa en la manera de consumir la foto. Por ejemplo, desde hace 125 años la revista National Geographic publica increíbles fotografías bajo un tiraje mensual de ocho millones de ejemplares. El lector tiene una experiencia agradable, pero pasiva: se ve la imagen y listo. Tal vez algunos realmente leen el artículo completo, quizá uno en cien mil se toma el tiempo de escribir una carta o email a la revista para comentar su opinión. Solo cinco cartas entre millones de lectores son publicadas al paso de una disonancia de meses. En cambio, en Instagram la experiencia es 100% activa: una buena foto se comparte con hashtags (por ejemplo #sanfrancisco y #goldengate cuando uno visita el famoso puente) y se reciben comentarios al instante, además que se puede platicar con otros que han estado ahí. Es una fascinante vía de dos lados donde existe un primer lenguaje universal –el visual– y donde la comunicación es instantánea.
El uso de aplicaciones para editar la foto antes de compartirla en Instagram permite transformar en un segundo la imagen bajo diferentes estilos, a diferencia de usar complicados programas en la PC como Photoshop. Snapseed (mi favorita), VSCOcam, Vintique y Afterlight son algunas de las apps más populares para jugar con la foto antes de subirla a la red. Hay comunidades enteras que se especializan en diferentes estilos o temas así logrados, desde blanco y negro, comida, paisajes, arte callejero o algo más elaborado como ediciones artísticas.
En mi caso, en Abril del 2012 me dí de alta en Instagram con el nombre @macroe en esta app a insistencias de mi hermano, @akritzler. No soy fotógrafo y ciertamente que fotos de uñas pintadas o selfies no entran en mi lista de diversiones preferidas, además que tenía una gran flojera de sumergirme en un Facebook visual. Sin entender mucho sobre el objetivo de compartir una foto con extraños, poco a poco fui descubriendo personas que me impactaron por lo que lograban hacer con su cámara del celular, personas de increíble talento, con quien se podía interactuar inmediatamente y que contestaban mis preguntas. Con la debida proporción guardada, me sentí como un visitante en París de fines del siglo XIX, platicando con artistas del nuevo impresionismo antes de ser famosos, con los ojos cuadrados ante un Renoir o Monet. Inspirado por las imágenes, me dediqué a encontrar un estilo propio.
Para mí el transmitir emociones e historias implícitas que resuenen con quien ve la imagen es una búsqueda constante. Subo fotos bajo un estilo minimalista donde #lessismore, menos ruido es una mejor foto. De alguna manera que aún no entiendo, Instagram encontró mi cuenta y decidió subirme a su lista de usuarios sugeridos mundiales, lo que me trajo una explosión en el número de followers hasta rebasar la loca cantidad de 600,000 seguidores.
He tenido la suerte de conocer en persona a algunos de los nuevos artistas de la fotografía móvil, amigos en la vida real muchos de ellos.
NO DEJEN DE SEGUIR A:
@jasonmpeterson, Blanco y Negro, EUA / @brahmino, Realismo Mágico, Italia /
@le_blanc, Arquitectura, Alemania / @cimek, Street Photography, Suecia /
@ejota_seventyeight, Minimalismo y Niños, España / @nicanorgarcia, Arquitectura, Barcelona, España / @chivexp, Emmanuel Luzbeki, Oscar 2014 a la Mejor Cinematografía, México
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