A 30 kilómetros del noroeste de Ensenada se en­cuentra el Valle de Guadalupe. Desde la carretera, existen varios miradores donde podemos detenernos a observar el Valle y remontarnos siglos atrás, cuan­do un explorador lo descubrió después de andar sin descanso durante 9 días.

Hace muchos, muchos años, se le encomendó a Ildefonso Bernal encontrar más allá del Valle de San Vicente, en Baja California, un lugar propicio para establecer una misión, un espacio donde hubiera muchos recursos naturales y donde ade­más vivieran numerosas personas que quisieran ser evangelizadas o educadas. En 1795, Ildefonso Bernal descubrió el Valle de Guadalupe y, años más tarde, se es­tableció la Misión (hoy resguardada y protegida por el INAH) llamada Sitio Misional de Nuestra Señora de Guadalupe del Norte. Los dominicos, quienes fueron los en­cargados de levantar esta misión, aprovecharon las características de la tierra y el clima para plantar distintos frutos como pera, olivo, albaricoque y la vid. Era el año de 1834 y aproximadamente vivían en todo el extenso Valle de Guadalupe que hoy conocemos, alrededor 400 indígenas cochimíes y kumiai, quienes aprendieron de los dominicos el cultivo de la vid. Estos son los datos más antiguos que se tienen sobre la producción del vino en el Valle de Guadalupe.

Hoy, esta extensa región, conocida principalmente por el vino, se ha convertido en un semillero de nuevas propuestas vinícolas y emprendimientos gastronómicos y hoteleros. Muchos se preguntarán por qué exactamente en este lugar y no en otro se produce tanto vino; la razón es muy sencilla: el Valle de Guadalupe tiene un microclima que cuenta con la altitud, tierra y la temperatura ideales para crear cosechas de uvas de máxima calidad. No hay otro lugar así en el mundo.

El 90% de la producción de vinos de México se hace en el Valle de Guadalupe y en los valles aledaños. Recomendamos visitar también estos hermosos lugares: San Antonio de las Minas, Valle de las Palmas, Valle de Santo Tomás, Valle San Vicente y Valle Ojos Negros. En estos valles se extienden distintas vitivinícolas, pero de manera general en el Valle de Guadalupe se usan las siguientes uvas para crear vinos tintos: merlot, cabernet sauvignon, cabernet franc, grenache, carignan, bar­bera, nebbiolo y zifandel. Para producir vinos blancos se usan en cambio las uvas sauvignon blanc, colombard, chenin blanc y chardonnay. Todas estas uvas fueron traídas originalmente de Europa.

Visitar el Valle de Guadalupe y sus alrededores es una fascinante experiencia. Re­comendamos ir primero a Tijuana, rentar un coche y hospedarse una noche ahí para tener la oportunidad de comenzar el viaje gastronómico en el Restaurante la Querencia, un innovador concepto culinario creado por el chef Miguel Ángel Gue­rrero. Cada día hay platillos nuevos y la mayor parte de los ingredientes fueron cosechados en la huerta del chef y su familia. Incluso varios productos han sido pescados o cazados por el chef, que también es cazador.

Al dirigirse al Valle de Guadalupe, re­comendamos tomar la carretera que va hacia allá. Manejen lento para ir go­zando el paisaje y, cuando vean algún mirador que les interese, deténganse a admirar el paisaje del valle.

Espérense a ver el atardecer aquí; los colores que produce el cielo en este punto del planeta son fascinantes. Al llegar, pueden hospedarse en el peque­ño hotel de la casa vinícola Adobe Gua­dalupe. La historia de cómo crearon el viñedo es sin duda muy inspiradora.

La mañana siguiente pueden ir a visi­tar algunas de las casas de vinos más reconocidas: L.A. Cetto, Vinos Fuentes, Vinos Xecué, Vinos de La Casa de Ole, Casa de Piedra, Domecq, Monte Xanic, Viñas de Liceaga, Barón Balché, Cha­teau Camou y Vinisterra, entre muchas otras más pequeñas y artesanales. Todas estas vitivinícolas ofrecen cami­natas por sus viñedos, visitas guiadas, degustación y venta de vinos.

Si ustedes van a asistir a las fiestas de La Vendimia, recomendamos hacer reservación con anticipación. La Ven­dimia es el evento más importante del Valle de Guadalupe y es organizado gracias a Provino de Baja California y a la Asociación de Vitivinicultores. Cada año acuden a este increíble evento alre­dedor de 25,000 personas que disfru­tan eventos gastronómicos, culturales, agrícolas y vinícolas.

Una de las fiestas que más éxito tiene es la Verbena Popular. Esta se hace en el Valle de Santo Tomás, en las bode­gas Santo Tomás. En esta fiesta par­ticipan todas las vinícolas; el evento es muy divertido porque se presentan nuevos vinos y muchos restaurantes inspirados en la cocina estilo Baja Med, gastronomía conocida hoy a nivel mun­dial gracias a su mezcla cultural.

LAS FIESTAS DE LA VENDIMIA

Son 15 días de celebraciones con catas, concursos, conciertos, alta gastronomía, productos orgánicos, cenas y maridajes.

Dónde dormir: La Villa del Valle. Tranquilo espacio rodeado de naturaleza que se encuentra en medio del Valle de Guadalupe. Carretera Tecate – Ensenada km 88. Valle de Guadalupe, Ensenada. www.lavilladelvalle.com

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