Uruguay es un pais de personas, tradiciones y entornos naturales; es un lugar donde la vinicultura, la arquitectura y la historia conviven con el turismo rural, la nautica, el deporte y la gastronomia.

Uruguay es un país que cuenta con una historia vinícola muy antigua. Las pri- meras cosechas de vino surgieron en el siglo XVII, cuando se producía la bebida para un consumo de mesa familiar. No fue hasta 1870 que, gracias a un comerciante vasco, se comenzó a ver como una industria muy viable. El señor Harriague decidió traer cepas Tannat de origen francés desde Argentina. Gracias a su ubicación privilegiada y a las condiciones de la tierra, se ha desarrollado y reconocido desde entonces la escena vitivinícola uruguaya.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, durante el 2013 México comenzó a adquirir vino uruguayo. Muchos mexicanos prefieren acompañar su comida con un vino de este país, espe- cialmente la variedad Tannat, que ha sido el símbolo de Uruguay a nivel mundial sobre los vinos que provienen de Argentina, Chile y California.

Según Benjamín Liberoff, Director Nacional de Turismo de Uruguay, “un elemento que distingue al vino uruguayo es el estilo artesanal que se maneja en todas sus bodegas, la producción proviene de pequeñas parcelas las cuales son cuidadas y cosechadas de manera manual, en armonía con el entorno ambiental”.

En lo que va del 2014, la oferta vinícola uruguaya ha sido reconocida por su excelente calidad, logrando más de 40 premios en concursos como OIV Vinalies Inter- nationales (París, Francia), Bacchus (Madrid, España), Vinhos do Brasil (Río Grande del Sur, Brasil), Sélections Internationales (Quebec, Canadá) y VinAgora (Tokay, Hungría).

En México, principalmente se buscan las cepas uruguayas Tannat – Merlot y Cabernet. Las dos tienen un color rojo intenso, aromas frutales y estructura elegante, por lo cual recomendamos maridar con cortes fuertes como bife ancho o picaña de cordero.