3. El Lago Atitlán recluido entre altos volcanes, luce colores azules y jade. En sus márgenes se asienta media docena de pueblos pintorescos donde se preservan antiguas tradiciones de artesanos, tejedoras, y exitosos pintores.
4. En Chichicastenango llegas a “otro mundo”: cuando visitas su iglesia te encuentras rodeado por nubes de copal, de mayas actuales vistiendo huipiles con los tonos del arcoíris, y en sus calles descubres miles de productos coloridos.
5. Quetzaltenango es un departamento del altiplano al que rodean enormes cadenas montañosas, lo adornan bellos edificios de estilo clásico, y cuenta con antiguas construcciones como la iglesia de San Andrés Xecul Totonicapan.
6. Entre las selvas tropicales del Petén surge el máximo legado de la civilización maya: Tikal, cuyas altivas torres de templos y palacios construidos hace mil años, sobresalen sobre las verdes copas de los árboles.
7. Un recorrido por los Hostales del IRTRA, un complejo hotelero rodeado por imponentes árboles tropicales, te invita a disfrutar de los parques recreativos de Xetulul y Xocomil, de los más modernos de América Latina.
8. En el extremo sur del país, Esquipulas te permite ser protagonista de una experiencia mística, con un autentico fervor por el Cristo Negro. Aquí el sincretismo religioso de millones de creyentes se desborda todo el año.
9. Bordados y tejidos. Es una explosión en todo el país de colores, figuras y diseños tan variados como la imaginación. Son comunes las piezas de algodón, así como las artesanías de barro, madera, latón y jade, tanto en las calles, como en tiendas y mercados.
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