Vancouver, una ciudad pintada de verde

¿Qué es travelmall?

Travelmall es una plataforma donde puedes encontrar miles de viajes en un solo lugar. Gastronomía, cultura, ecoturismo, lujo, negocios, naturaleza, playas, aventura…Somos el primer medio con las más atractivas ofertas para que encuentres el viaje a tu medida no solo en México sino en todo el mundo.

Vancouver, una ciudad pintada de verde

Parques, bahías, bosques y arroyos, enmarcan una metrópoli que se preocupa (y se ocupa) por preservar su legado natural; tanto que hasta he encontrado la forma de celebrarlo sin culpas.

A la derecha tenemos la Bahía de Vancouver, un apacible y gigantesco cuerpo de agua; a la izquierda, otro gran cuerpo natural, pero este está conformado por árboles, muchos árboles: Stanley Park. La primera llena el espacio de un azul bri- llante; el segundo, de un profundo verde; colores que, a pesar de estar en una de las ciudades más grandes de Canadá, con su buena dosis de rascacielos grises y metálicos, predominan en el paisaje de esta urbe.

Vancouver, la ciudad más grande de Columbia Británica, tiene, por donde se le vea, un récord ganador. No nada más es la localidad que ofrece la mejor calidad de vida en Norteamérica (5ta en todo el mundo), sino también ha ocupado el #10 en la lista de las ciudades más limpias del planeta. También puede presumir haber engendrado a la organización Greenpeace. Por esto es que no resulta ninguna sorpresa que, desde 2009, se haya fijado el objetivo de ser, para 2020, la Ciudad Más Verde del Mundo, empresa de la que seguramente saldrá airosa.

Que un gran centro urbano tenga muy cerca grandes espacios naturales no lo convierte en una ciudad verde por sí solo, pero cuando éstos están tan bien pre- servados y, lo más importante de todo, tan bien aprovechados, sí. Aquí se respe- tan los recursos naturales, la naturaleza, el agua, el aire, casi tanto como se res- peta a sus ciudadanos. “Estamos ante una ciudad limpia, vanguardista” me dice entusiasmado Sebastien, un quebequense enamorado de Vancouver, donde aho- ra vive. “No sólo tenemos el mejor clima de Canadá (es de las pocas metrópolis en este país donde no cae nieve), sino que la incesante lluvia (llueve en promedio 165 días por año) y la privilegiada localización geográfica (encallada entre grandes bahías y montañas boscosas) nos da como resultado un inmejorable entorno”. Podríamos dudar de estas imparciales palabras, pero bastará con abrir los ojos para comenzar a creerlo, letra por letra; especialmente si nos encontramos en Stanley Park, entre el ver y el azul que lo inundan todo. Todos los visitantes que quieran experimentar este amor por la naturaleza deben comenzar por aquí.

Azoteas verdes y vine sin vidrio

Resulta fácil situar al Centro de Convenciones de Vancouver (www. vancouverconventioncentre.com) como el estandarte de esta cruzada; su azotea verde, conformada por miles de plantas endémicas; su sistema de calefacción y refrigeración a base de agua marina; y el hábitat de peces construido en los cimientos del edificio, son una prueba de la genuina preocupación de empresarios y gobernantes por tratar de aminorar la “huella ecológica” que esta ciudad deja en el planeta. Vale la pena visitarlo, tanto por conocer uno de los inmuebles “más verdes” del mundo, como para apreciar la increíble vista que desde ahí se tiene de la Bahía de Vancouver.

Captura de pantalla 2015-04-22 a la(s) 12.06.32

Mientras nuestras preguntas en temas ecológicos estén hallando solas su res- puesta, otras cuestiones, de igual o mayor importancia, van asaltando nuestro pensamiento: ¿qué hace la gente de Vancouver con tantos días de lluvia? ¿dónde es que logran protegerse de los aguaceros? y, por último ¿dónde puedo llenar de cerveza esta gran botella de vidrio?. Los esfuerzos por no sólo tratar de reutilizar todos los productos reciclables, sino por cada vez usar menos de éstos, han lle- gado hasta los bares. Hay muchos locales productores de cerveza artesanal que ofrecen llenar las botellas que los estusiasmados clientes (por la preservación del medio ambiente, claro) les llevan, evitando así usar y tirar miles de botellas de vidrio al año.

Esta forma de emplear la menor cantidad de vidrio posible encuentra su punto máximo en The Belgard Kitchen, un vistoso restaurante situado en The Settle- ment Building, donde los vinos de la casa se sirven a través de un grifo, como las cervezas de barril. Cuando el vino se vierte de esta forma, éste nunca entra en contacto con el oxígeno, conservando su calidad y frescura. Además, esto elimina el uso de botellas, corchos, cápsulas, etiquetas y cajas contenedoras. Un placer libre de culpas, ahora sabemos dónde pasan las tardes lluviosas los habi- tantes de Vancouver. Brindemos entonces por esta ciudad y su noble objetivo, y dejemos las copas vacías al prometernos volver en cinco años, para celebrar el añorado nombramiento. ¡Cheers!

webmaster

Comments are closed here.

error

¡Descubre más sobre viajes!

RSS
Follow by Email
Facebook
Facebook
Instagram